Un mundo turbio busca esperanza
en los hombres y mujeres inconformes,
he conocido causas nobles
sin embargo, en esta, logre encontrarme.
Entre las verdes montañas del Mohan
encontré abrazos y sonrisas,
un frio viento y un fuerte sol en la lejanía
reflejado en la tenacidad de niños y niñas.
Nacido de dos grandes soñadores
que lucharon contra todo vaticinio,
cimentaron el proyecto que seguimos
y que ahora nos unen en el camino
Desde la capital cantando villancicos
llenos de esperanza
para entregarse al servicio
con mucho amor a toda la sociedad
Llegando a las entrañas Colombianas
el campo nos enseña y nos recuerda
cómo valorar nuestras familias
y cómo cuidar de nuestra tierra
Sin importar nuestra edad,
sin importar de donde somos,
sin importar nuestras creencias,
bienvenidos somos todos.
Anécdotas infinitas,
miles de caminos recorridos
sentados en camaradería
compartiendo nuestras alegrías.
Todos los voluntarios con distintos sueños
convergiendo en este proyecto
donde nos esperan muchos niños,
para ser nuestros mejores maestros.
No fue fácil el camino
pero sí que ha valido la pena
por nada del mundo yo cambio
la aventura en esta tierra.